23 junio 2024
CONFESIONES...
Me acerque a la orilla de tu río para hablar con tu sombra,
cruce el puente del olvido y me fui por la calle de la soledad,
le conté a las nubes todos los errores de mi pasado,
y la luna me guiño un ojo siendo mi cómplice una vez más...
Me senté debajo del alféizar de tu ventana,
con la esperanza de que salieras buscando alguna estrella fugaz,
memorice cada palabra por temor a equivocarme,
y cuando te tuve frente mío apenas si pude balbucear...
Te vi parada frente a mi y estabas tan bonita como siempre,
me quede sin palabras no sabía que hacer ni que decir,
se obnubilaron mis ojos y me encandiló tu sonrisa,
sos el amor de mi vida y sólo tu has logrado eso en mí...
Deshoje una margarita para saber si me querías,
y un trébol de cuatro hojas me dijo que era mi día de suerte,
las mariposas volaron dentro y fuera de mi panza,
y supe que era el momento de empezar a soñar...
Llegue a orillas de tu río para soltar mis amarras,
para navegar tus misterios y surfear en las marejadas de tu amor,
para pedirle a la vida que estés siempre a mi lado,
para que soñemos juntos lo que la vida nos permita soñar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
14 junio 2024
LA GUERRA DEL CORAZÓN Y LA RAZÓN...
Fue una guerra en la que luche conmigo mismo,
defendiendo mis posiciones de viejo cascarrabias,
y me escapé corriendo cuando tuve que luchar,
porque no pude sostener mi mirada en el espejo...
Corrí hacia el pasado buscando las respuestas,
y me detuve en la puerta de mis amargas confesiones,
apreté mis labios para no gritar lo que ya no quería decir,
y fingi no escuchar los reproches de toda la vida...
Me caí y me levante tantas veces como pude,
aprendí a llorar en silencio para no mostrar debilidad,
y le pedí al camino que sostuviera mis pasos,
para darle a mi vida el empuje de un envión más...
Hoy por hoy comprendo que jamás regresarás,
y eso me lastima porque se que nunca podré dejar de amarte,
si la historia de este amor nos paso literalmente por arriba,
cada cicatriz que me quedo grabada fortaleció mi corazón...
Esta fue una batalla hueca y con sabor a poco,
claramente nunca hubo ni habrá un vencedor,
el amor solamente habla de las cosas del amor,
mientras que en el ida y vuelta cotidiano ya hemos perdido el corazón y la razón...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
09 junio 2024
LIBERACIÓN...
Van llegando las almas cabalgando en sus mansos corceles,
soltando de pronto destellos y haces de una viva luz,
en su paso al caminar se van soltando viejas almas,
que libres al fin se empiezan a marchar...
Los relicarios de la pasión perdida hablan por sí mismos,
en el hedor rancio del pensamiento que se nos vuelve abstracto,
ese trance místico nos desdobla en blanco y negro,
y los azules volátiles perfuman la noche de los jazmines cuánticos...
Las cartas de los arcanos mayores liberan sus karmas,
mientras los búhos blancos nos auguran cielos más claros,
la consciencia al llegar a la estación nos marco el boleto de ida,
pero el de vuelta nos abrió la puerta del tren hacia nuestro interior...
¿Cuánto pesan los recuerdos a la hora del naufragio?,
¿cuántas lágrimas nuestras habrán terminado en el mar?,
¿cuántas flores habremos deshojado más alla del tiempo?,
¿y cuántas penas degradarán esas almas antes de poder viajar?...
Un viaje al confín de la nada para limpiar la consciencia,
un campo de algodón donde reposar el dolor,
heridas que se sanan pero abriendo otras heridas,
dejando espacios vacíos llenos de más soledad...
¿Cuánto pesan los naufragios a la hora de los recuerdos?,
¿cuántos mares se habrán llenado con nuestras lagrimas?,
¿cuánto tiempo habremos perdido deshojando esas flores?,
¿y cuánto tendremos que llorar aún para liberarnos del dolor del alma...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
07 junio 2024
OTROS LARES...
Y al fin un día fui habitante de otros lares,
como un novel nómade buscando la estrella que guíe mi destino,
y quede atrapado dentro de mis tormentas existenciales,
hasta quedarme donde encontré el aroma de tu piel...
Un día me sorprendi viendo la calle desde otra ventana,
con un paisaje diferente al que ya había conocido,
la noche era otra noche con otros ruidos diferentes,
hasta que aprendí a sentirlo como mi nuevo lugar...
Camine agobiado, cansado de llevar el peso del equipaje de la vida,
y entre los sueños de esa nueva noche espere que un otro día me trajera un resplandor,
añore lo que me faltaba por el temor a los nuevos vientos,
pero al fin el tiempo me demostró que yo también era de este lugar...
Me sorprendió otra vez la noche con sus confesiones oscuras,
y mi cabello blanco se tiñó de la más cruda realidad,
esa ventana que me mostraba casi un amanecer forzado,
y ese paisaje tan intenso que empezó a formar parte de mi...
Y al fin un día fui habitante de otros lares,
un habitante más como tantos otros que andan por ahí,
si al fin y al cabo la luz siempre nos muestra que hay otro camino,
y las sombras nos ocultan lo que nos hace daño y tal vez no queremos ya mirar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
25 mayo 2024
MI PROPIA SEMILLA...
Sigo con la mirada perdida en algún lugar,
buscando en ese horizonte el punto que abra la puerta de esta jaula,
un punto extraviado en la agonía perpetua que me encadena,
y que quizás se habrá anidado ya en algún otro lugar...
Abrázame y no me dejes caer en la zozobra de la nada,
necesito despertar de esta pesadilla sin fin,
sigo gritando frente a lo que refleja el espejo pero no me escuchan,
sácame de este hospicio que aturde mis sentidos y es tan cruel...
En el barro volveré a ser mi propia semilla,
en una canción desesperada para volver a nacer,
en el silencio tortuoso de algún camino que fue olvido,
y en la esencia de la vida que jamás debi perder...
La noche ha sido la mejor compañera que he tenido,
porque nunca juzga ni cuestiona absolutamente nada,
la noche atrae y deja pensar pero a la vez vulnera,
porque te expone a todo y te envuelve con su intimidad...
Así la intensa noche dejó de ser un misterio para mí,
y tras ella amaneció un nuevo día con un nuevo amor,
volví a caminar por esas calles para seguir viviendo,
y con el barro del camino volví a moldear mi libertad...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
23 mayo 2024
LOS MISMOS DE AYER...
Las charlas entre el pensamiento y la vida cotidiana,
nos acarician la cara volviendonos al pasado o trayendonos al presente,
nos confunde porque nos parece todo igual y quizás lo es,
siempre somos el mismo hombre y la misma mujer...
Los mismos gestos, las miradas, el tránsito de la avenida,
con la ciudad de Buenos Aires y las bocinas de fondo,
con el subte recorriendonos la vida desde la estación Lacroze hasta Leandro N. Alem,
con la lluvia cantando alegremente un tango sobre las baldosas del patio...
Esas baldosas que de a poco nos han visto crecer,
y ahora de adultos las miramos de reojo y siguen siendo las mismas,
porque nosotros también somos los mismos pero a la vez diferentes,
aunque al miramos seguimos siendo nosotros mismos...
La lluvia sigue cantando ese tango que se nos quiebra en la voz,
pero ahora suena diferente porque se nos paso la vida,
y nos miramos igual pero distinto sin gestos ni miradas,
y siempre somos el mismo hombre y la misma mujer...
La lluvia sigue cantando sus tangos sobre las baldosas del patio,
y los malvones a pesar del hollín siguen floreciendo,
cuando pasa el subte aún se siente temblar el piso,
pero nosotros seguimos siendo los mismos de ayer...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
17 mayo 2024
VOLVER A PECAR...
Las yemas de mis dedos degustan con sensibilidad palmo a palmo,
van siguiendo el borde sinuoso de tu cintura,
buscando el calor y la belleza de tus profundos valles,
para perderse en el fondo de una jungla de dorados rizos...
A las puertas del volcan que generan tus deseos,
encuentro el remanso que detiene mi tiempo,
y me deja caer en el abismo de esa magia,
que arremolina mis ganas de hacerte el amor...
Se anidan mis miedos detrás de mis manos,
me liberan los cielos del amor contenido,
y me pierdo en el tiempo cuando estoy junto a ti,
porque tu piel me atrapa como si fuera mi misma piel...
Los sentidos desvarían en esa montaña rusa,
donde los carruseles bailan al compás de tu hermosura,
donde llegamos al cielo y al infierno al mismo tiempo,
o donde caemos sin paracaídas en una grieta abisal...
Las yemas de mis dedos son el nervio óptico de mis ojos ciegos,
que trazan habilmente los silencios de esta danza de amor,
y en la cruz de un hechizo ancestral envuelto en un pañuelo rojo,
tu cuerpo se desnuda, me atrapa y me invita a volver a pecar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
15 mayo 2024
INFIEL...
Ardía el cansino atardecer detrás de la bahía,
en mi refugio escondido para la monotonía del tiempo,
los reflejos azules en mi cuerpo eran como purpureas ráfagas,
que me transformaban en crepúsculo para parir el alba...
¿Y dónde estabas cuando el dolor pudo con mi silencio?,
si hasta olvidé tu nombre para no traicionar mi juramento,
y los rojos arreboles se extinguieron con las tardes grises,
para morir en una noche iluminada por la luna blanca...
En los momentos en que trafique mi destino de hombre fiel,
sólo me abrigaron las frías gotas de lluvia,
cuando ya no existía el ayer y el hoy se estaba yendo,
porque habría de pensar entonces que existiría un mañana...
La piel guarda muy adentro las marcas del amor,
esas que el alba escondera dentro de la mesa de luz,
junto a los olvidos que arrastramos a través del tiempo,
como cadenas que nos atan a los amores del pasado...
Mis ojos vacíos no quieren mirarte a los ojos,
quizás tan sólo sea porque no quieren llorar,
la noche se llevó a cuestas su eterno bagaje de sueños,
y la mañana me dejó el sabor de otra noche en la que no te pude amar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
12 mayo 2024
SI LOS OJOS HABLARAN...
Escuche alguna vez decir por ahí y nunca lo he olvidado,
que si los ojos hablaran vivirían contando historias de amor,
si las miradas dijeran de frente lo que esos ojos por pudor callan,
serían invisibles a la luz de las pupilas para escribir un mañana...
La magia de esos otoños con sus cálidos colores,
con esa nostalgia evocada a través del cristal de la ventana,
con la paleta de ocres y amarillos como sutiles acuarelas en el alba,
o como eternos atardeceres llenos de amor desbordando el alma...
Las hojas volando en una danza alborotada,
enmarañadas con el viento como en una coreografía sobrehumana,
con una taza de café humeante para entibiarnos la nostalgia,
y esos besos entregados al llegar la madrugada...
Si los ojos hablaran serían los principales intérpretes,
de la pasión puertas adentro de esas alcobas insurgentes,
expresando la calma después de un intenso torbellino,
para ser los cómplices perfectos de ese amor que llevan dentro...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
01 mayo 2024
LA BOHEMIA...
Hay un corazón herido que delata el dolor de su propio desamor,
llorando por su pasado arrebatado de la nada misma,
vio caer la lluvia casi insípida detrás de su miseria,
y amo aún más al cruel causante de su desnudez...
La pasión invadió su misterio como un hechizo suburbano,
en una ciudad tan viva y cambiante como una frágil pubertad,
viajo de polizón con su bagaje de viejas y corroidas valijas,
sobreviviendo de la caridad y algunos mendrugos de pan...
Camino por los rastros en busca de un alma gemela,
entre los cacharros de lata y las artesanías art nouveau,
arrojó tres monedas de la suerte a la fuente de los fariseos,
mientras que el parche del ojo escondía su alma y su corazón...
Sus sueños eran siempre un ir y venir constante,
buscando esas quimeras que lo ayudaran a subsistir,
con una cinta roja y un viejo trébol de cuatro hojas,
en una tarde panza arriba en una plaza de Toulouse...
La bohemia era para él como una marca registrada,
su boina y su simpleza eran quizás su mejor forma de vivir,
su naturaleza le recordaba su época de hippie con el pelo largo,
y el viejo blues en su guitarra era la receta que lo hacía sentir bien...
La tarde se fue con la aparición de las estrellas,
y por la noche lo volverá a atrapar su constelación de sueños,
volverá al rastro en busca de algún alma gemela,
y se perderá de nuevo entre los cacharros del atardecer...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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