02 septiembre 2024
INVIERNO DE MI VIDA...
Solte las sogas que ataban las aspas de mi molino,
y comencé a saborear las aguas de la libertad,
el viento dio de lleno en mis ojos que se deslumbraban,
y la vela de mi barca rumbeo hacia el ancho mar azul...
Las gaviotas acompañaron mi rumbo desde el cielo,
y alguna se animo a posarse sobre mis hombros,
fue el comienzo de otros tiempos en otra historia diferente,
y fue el faro de tus ojos el que me guió hasta acá...
Solté las amarras que ataban mi consciencia,
para meditar en un vuelo más allá del sol,
le di rienda suelta a todo lo que había reprimido,
y encontré en tu sonrisa toda mi paz interior...
Purgue los pecados que condenaba mi desaliñado destino,
pague las culpas que no tenia pero me hicieron sentir,
volví a ver el amanecer sabiendo que aún estaba vivo,
y mi otro yo simplemente se marcho muy lejos de aquí...
Quiero amarte intensamente desde el pétalo de una flor,
sentir la brisa del aire frío rozando mi cara,
entregar mi alma entera a tu cuerpo de mujer,
y decirte al oido que antes de ti nunca he sentido algo así...
Mi cuerpo deshecho por la tormenta interior que me azota,
se vuelve a fortalecer a través de tu mirada,
que como un lazarillo me llevó de regreso,
a vivir este nuevo amor y a luchar por lo que quiero...
Amor, bienvenido amor en el invierno de mi vida,
un invierno que convertiremos en otra dulce primavera,
dándonos el tiempo para amarnos sin medida,
en ésta noche azul que será el broche dorado que nos regala la vida...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
26 agosto 2024
ALHAMBRA...
Te sigo recordando en las pequeñas cosas,
el aroma sutil de tu perfume todavía se encuentra aquí,
la luz de la ventana cuando el día amanecía,
y tu sonrisa blanca junto a la taza llena de café...
Los pájaros cantando en la nueva primavera,
y aquella enredadera que en tu pelo se enredó,
las columnas de la alhambra y tu perfil recostado,
sobre una almohada blanca que te sentaba tan bien...
Azules mañaneros de cálidos días sin auroras,
caminos incrustados muy dentro del corazón,
bosquejos misteriosos en dibujados cielos,
con nubes esfumadas en algodón y papel...
Muchacha de ojos tristes y mirada tan inquieta,
soneto de un silencio escrito en La menor,
tibieza compartida detrás de los milagros,
de una noche de estrellas en la que brilló el amor...
La balada del alma de un amor prohibido,
que nos estrujaba el pecho y nos llenaba el corazón,
si los sonetos del tiempo le daban paso a la vida,
esa alegría infinita nuestro amor así selló...
Como aquel castillo rojo que vieron crecer tus ojos moros,
como esas flores de incienso que matizaron tu jardín,
como ese rojo sediento de amores tras esos muros,
así yo muero de pena si no tengo tu corazón...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor
16 agosto 2024
AMAR ENTRE LAS SOMBRAS...
Los harapos de la frustración giran en un mundo sin orbita,
y los despechos del silencio nos traen peleas extinguidas,
que inconscientes se esconden de la luz de tus ojos,
para amarte en silencio detrás de tu corazón...
Los momentos perdidos entre dos ginebras y un vino,
invaden la tranquilidad de esta noche de bohemia,
con el príncipe de la noche arrastrándose por el fango,
para pedirle a la coherencia lo que jamás podrá encontrar...
Los miedos sobrevuelan el vacío de las noches de niebla,
y aún se escucha el maullido de un gato en la oscuridad,
en el aire flota el aroma de algún perfume barato,
y con el silencio se vuelve rey en medio de la soledad...
Las miserias humanas aparecen detrás de las ausencias,
las mentiras superan todos los límites que se puedan imaginar,
la frustración nos vuelve parcos, cautelosos y desconfiados,
y poco a poco perdemos la empatía para dejarnos amar...
Otras dos ginebras y un vino para tratar de olvidar,
para lograr que en esta noche el príncipe vuelva a la nobleza,
para negociar su alma en una mesa de Black Jack,
o para volver a ser el mendigo de un amor entre las sombras...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
15 agosto 2024
ASTAROTH...
Desecho emociones en un torrente que anega mi alma,
y la silueta del corazón late junto con la vida,
la tinta negra se derrama en un papiro y escribe ¿porque?,
las fechas del calendario aparecen y desaparecen cada mes...
Vuelco en las sábanas las sensaciones de la noche anterior,
el espejo me mira desde la pared y succiona mi imágen desnuda,
me quedo despojado, vacío de toda seducción,
y me siento huérfano de vergüenzas ajenas...
Se que parezco inalcanzable porque soy tu ángel del silencio,
también que las margaritas negras alguna vez tapizaran tu tumba,
y en cada aniversario caerán siete lágrimas,
sobre las mejillas gastadas de los Santos de madera...
El alcanfor no es suficiente para tapar el olor del azufre,
que deja en el ambiente un olor a funeraria rancia,
no habrá medialunas, cruces ni estrellas de seis puntas,
sólo estará Astaroth para decirnos adiós...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
13 agosto 2024
MADAGASCAR...
Ya no se cuál es el limite entre la realidad y la locura,
no distingo entre el terciopelo negro y las flores de Alaska,
un capitel derruido sólo me dice que ha pasado el tiempo,
y las nubes incestuosas mojan mi ingenua soledad...
Cada atardecer mis dedos juegan con la libertad del agua,
una ardilla corre por los árboles en busca de alguna bellota,
y la brisa mueve las hojas que acarician el aire,
hasta que oscurece y los monstruos de mi cabeza vuelven a aparecer...
El solsticio de verano abrumado por los cálidos torrentes,
y esas caprichosas aguas que sólo saben caer,
desde la paz del silencio perturbado en las noches tormentosas,
hasta las barbas del camino remojadas en la dura realidad...
Los transhumantes solitarios e inventados,
pasean por los pabellones del hospicio de Madagascar,
deambulan sin ropa, sin apuro y sin miedo,
porque ellos saben bien que sólo están dentro de mi cabeza...
Los misterios escondidos dentro de la mente,
donde se pierde el limite que te deja de un lado o del otro del paredón,
camisas blancas con huellas de cordura,
y obligados silencios sólo para no molestar...
La vida se escurre en un abrir y cerrar de ojos,
y en ese parpadeo vuelvo a ver tu sonrisa como una flor,
¿porqué te fuiste a ese viaje eterno si no querías?,
o ¿será que los que te llevaron nunca más te dejaron volver?...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor
11 agosto 2024
EL FUEGO DE TU CUERPO...
Me muero por amarte amor de toda mi vida,
por sentir tu piel así tan cerca rozando con la mía,
si eres como un oasis refrescante para mi desierto,
y yo tu dragón voraz consumiendo el fuego de tu cuerpo...
Me muero por amarte amor como si fuera el primer dia,
me muero por decirte que te llevo tatuada en mi piel,
que cuando llega la noche me desbordan todos los deseos,
y como si fuera un adolescente se me sigue erizando la piel...
El momento lúdico de esos besos súper tiernos,
que dan paso a los otros besos, los que nos llenan el corazón,
es el comienzo de otra noche en la que nos amaremos tanto,
con amaneceres agotados por la esencia de nuestro amor...
Velas perfumadas, aceites y pétalos de rosas,
o jazmines blancos aromatizando nuestro cuarto como un altar,
sábanas de seda, champán y algún chocolate,
y madrugadas agitadas con amaneceres llenos de strass...
La música romántica nos envuelve en un trance tan sensual,
y el amor se manifiesta en todas y cada una de sus formas,
nos dejamos llevar lividamente por el mismísimo deseo,
y nos entregamos palmo a palmo hasta la última gota de placer...
Un desayuno compartido con las mieles de tu dulzura,
un ramo de rosas como broche para un dulce despertar,
un cálido beso acompañado de mil te amo,
en una noche de amor tan intensa como la primera vez...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor
LOS SECRETOS QUE SE CALLAN...
Hay secretos que se callan quizás porque son verdades,
será que tal vez molestan o duelan al recordarlos,
hay secretos que se esconden a lo mejor por vergüenza,
y hay otros que no se tocan porque se instalaron en el pasado...
Una mueca que nos desdibuja el rostro,
que nos desencaja del engranaje de todos los dias,
un remordimiento que vuela sobre nuestras cabezas,
como un perro de caza a punto de alcanzar su presa...
¿Que es lo que nos lleva a decirnos no, no lo puedo hacer?,
¿cuál es el verdadero motivo que nos impide hablar?,
¿porqué permitimos que los harapos hediondos del miedo?,
puedan más que esos secretos que ya no sabemos como ocultar...
¿Porqué sentir la culpa de los silencios contenidos?,
¿porqué hacermos cargo de algo que quizás no es nuestro?,
¿porqué no tener el valor de decir basta?,
y ¿para que callamos lo que ya no podemos sostener?...
Quizás una terapia nos suelte las palabras atravesadas,
o porque no un viejo amigo nos preste sus orejas,
quizás falta el envión para abrir la caja de Pandora,
y soltar esos demonios que nos hunden cada vez más...
Dicen por ahí que el primer paso es aprender a soltar,
pero a veces para soltar tenemos que pedir que nos suelten,
será cuestión de aprender a cortar el hilo,
porque cuando los nudos están muy fuertes son imposibles de desatar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor
10 agosto 2024
SIENES BLANCAS...
Se han vuelto blancas mis sienes con el paso de los años,
y la marca de esa pérfida herida nunca se cerró,
se han puesto blancas mi barba y mis pupilas,
y mis ojos hace tiempo han dejado ya de ver el sol...
La soledad es un grito ahogado en la penumbra,
una noche deambulando inmerso en la oscuridad,
una suerte de quimera donde me he jugado todo,
y un vacío en la distancia sin tener después ni quizás...
Un silencio acompañado en un grito de súplica,
un vertedero de consciencias donde limpiar los porqué,
como un muro de los lamentos donde llorar las culpas,
de un sueño muerto a la distancia que tal vez no pudo ser...
Una historia terminada sin historias que contar,
un cuaderno con frases repetidas hasta el hartazgo,
mientras la pava silba solitaria en la vieja cocina,
un perfume de vainilla me distrae y dejo de llorar...
Camisas manchadas por la herrumbre del olvido,
amores amordazados en una taza de café,
noches que duermen el sueño de los angelitos,
y amores furtivos que no fueron y tal vez nunca llegarán a ser...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
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Reservados Autor
CUARENTA Y TRES...
Flores llenas de ausencias ocupan los silencios que fluyen al amanecer,
en bocas calladas que se muerden los labios para no contestar,
se nubla el reflejo de la luz con las lágrimas en mis ojos,
y los secretos ocultos me duelen tanto hasta no poder respirar...
Un libro dejado hace tiempo en la página cuarenta y tres,
sobre la mesa el café que quedó en un compás de espera,
en las ventanas quedaron las huellas de nuestro silencio,
y en la lámpara de sal se esconde el espectro de tu alma...
Octubre llega arropado con su fría primavera a cuestas,
y de las flores de esas ausencias se suelta el primer perfume,
las calas al lado del aljibe son como una mancha blanca,
sobre una sábana verde que brilla con los rayos del sol...
Después del almuerzo somnoliento el balcón me llama para una siesta,
el llamador de ángeles me promete no molestar,
las ausencias pesan más a medida que pasan los años,
y los años pesan menos porque como vienen se van...
Una vez mas me dejo llevar por el sopor de la siesta,
y veo el viejo libro estancado en la página cuarenta y tres,
como si contara las ovejas que se escapan de mi rebaño,
cuarenta y uno, cuarenta y dos, y siempre me detengo en la página cuarenta y tres...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
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Reservados Autor
06 agosto 2024
FANTASMAS DEL OCASO...
Como respirar si mis pulmones se niegan a recibir el aire de la vida,
como vivir sin el auxilio inmediato de tu amor,
como decirle a mi corazón herido que ya no te espere,
si no tengo el valor de enfrentarme con el espejo,
porque me quema la mirada el rostro que me refleja la soledad...
La monotonía del silencio de mis mañanas es artera y cruel,
no he regado más las plantas del balcón de mi alma,
en las noches de verano ya no quiero ni salir a caminar,
para evitar pasar por los lugares donde fuimos felices hasta ayer...
Digo ayer y es como si dijera que fue alguna vez,
en la lejanía un margen de tiempo superó los límites del dolor,
desvaneciendo los recuerdos que me mantenían vivo,
como una estaca clavada en mi alma que se desangra en el vacío,
como una felonía de la vida que se marchita a la vera de este amor...
Ese palpitar que sentimos cuando todo nos llenaba de ilusión,
cuando nadie imaginaba que el destino nos descartaría así de plano,
si esas noches eran nuestro más bonito y dulce escondite,
para amarnos sin respiro hasta el amanecer...
Vuelvo mentalmente a un tiempo de tensa calma,
quizás pudiera ser ese hombre que fui alguna vez,
ya no encuentro a mis fantasmas en el sol del ocaso,
porque mi amiga la noche me acompaña a subsistir,
para sentir la vida que como una enredadera brota otra vez...
El margen oscuro de las cosas nos ubica en el tiempo,
y el espacio nuevo se acomoda en algún otro lugar,
en las madrugadas me llega el momento de soñarte de nuevo,
y la magia me acerca a lo que sentí el día que te conocí...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
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