INTROSPECCIÓN...

En mi interior busco los rastros del alma que perdí,
y encuentro un reflejo desdibujado en algún espejo roto,
la sombra de los pensamientos me acecha sin piedad,
y en el silencio escucho el eco de los latidos de mi corazón...

¿Quién soy yo aquí y ahora en este tormentoso cielo?,
¿un viajero perdido en el silencio o un peregrino caído de una nube?
la memoria me habla de momentos pasados hace tiempo,
pero el presente me reclama con urgencia aquí...

En el abismo de mis ojos me miro perplejo,
y encuentro el desahogo en un universo sin fronteras,
la oscuridad y la luz se entrelazan en un tapiz abstracto de sombras,
y en el conflicto de esas sombras encuentro mi verdad...

Me pregunto, me respondo, me busco y me encuentro,
soy un río sin orillas que fluye sus aguas mansas en la nada,
soy el susurro del viento en un latido del silencio,
o soy tal vez un camino que se abre como venas que atraviesan el desierto...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor

EL JARDÍN DE LOS CEREZOS...

Uno se siente pequeño en el jardín de los cerezos,
aqui florecen los sueños y se liberan las almas,
la primavera se desangra en un baño de luz y sombras,
y los árboles son los viejos centinelas de la memoria que vigilan...

El pasado se desvanece como la niebla en el amanecer,
y las flores del cerezo son sutiles lágrimas de jade,
que caen al suelo como secretos que se revelan,
cuando el viento susurra historias de amor y de pérdidas...

Amores y pérdidas en un lenguaje que solo conocen los árboles,
en este jardín de ensueño, donde la realidad se desdibuja,
donde la belleza y la melancolía se entrelazan para ser una sola,
como si fueran un haikú sin tiempo en el jardín de los cerezos...

Como el reflejo de las almas que desde un espejo nos miran,
cuando las flores caen y el invierno llega,
el suelo se convierte en una suave alfombra de jade,
y el jardín sigue vivo en el corazón de la memoria...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor

MÁS ALLÁ DE LA CONSCIENCIA...

En el abismo de la existencia floto
sobre la nada buscando la verdad,
esa verdad que aflora desde atrás de la consciencia,
aunque la razón me guía la duda me acecha y me persigue,
porque el silencio me hace presa fácil de mi propia consciencia...

La realidad es un espejismo como un velo que oculta la verdad,
un pálido reflejo de la nada que somos y de la nada que buscamos,
el tiempo es un manantial de agua que fluye sin cesar,
llevándose consigo todo lo que apenas somos...

La memoria es un espejo roto que refleja fragmentos de un pasado,
la identidad es un mito o quizás una ilusión,
una construcción de la mente que nos ubica en algún sitio,
donde la libertad es una quimera que se desvanece en el aire...

Pero en el medio de la nada encuentro un destello de sentido común,
un resplandor de la conciencia que tal vez me deje ser,
un momento de lucidez en medio de la oscuridad,
que me permita ser yo mismo más allá de la consciencia...

Y en ese momento es cuando realmente comprendo,
que la verdad no es un fin sino sólo un camino,
donde enfrentamos las miserias y las emociones humanas,
en un proceso de búsqueda y reflexión como en un viaje sin destino....




Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor 

TU NOMBRE EN EL SILENCIO...

En el crisol translúcido de tus ojos ardientes,
se funden las estrellas fugaces y los sueños de mi firmamento,
cuando la llama de tu pasión se transforma en un incendio,
que consume mi alma y renueva en mi el deseo de la vida...

Tu piel es un claro tapiz de seda y niebla,
donde la realidad y la fantasía se juegan a suerte y verdad,
tu voz me atraviesa como un eco de la eternidad,
que resuena en mi corazón dormido y lo despierta...

Quedo atrapado en el laberinto de tus brazos abiertos,
me pierdo en ellos y encuentro mi ansiada libertad,
así tu amor se convierte para mí en un laberinto de espejos,
donde me reflejo y descubro mi alma perdida...

En la profundidad del río de tus lágrimas y sonrisas,
me ahogo de placer y encuentro mi salvación,
tu amor se vuelve un torbellino que me arrastra,
y me subyuga en un abismo de felicidad y pasión...

En el vacío de tu ausencia me dejo llevar y me desintegro,
en tu presencia vuelvo a renacer una vez más,
porque tu amor es el oxígeno y la razón de mi existir,
y solamente contigo quiero vivir y morir en ese infinito...

Cuando el tiempo nos separe y la memoria nos vuelva polvo,
cuando todo nos lleve a la extinción de nuestros cuerpos,
tu amor permanecera como un eco en mi alma,
para seguir pronunciando tu nombre en el silencio...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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RÍO, LUNA Y AUSENCIAS...

La imágen de la luna se refleja en el espejo,
y otra sombra sin su luz muere en la noche,
la belleza es como un susurro para tus ojos claros,
aunque tan solo tu corazón pueda lograr escucharlo...

En el silencio profano su eterno brillo crece,
y la oscuridad eterna se vuelve luz y claridad,
ahora la luna del espejo me llama en silencio, me atrae,
me lleva a un viaje sin fin, flotando sin dirección y sin rumbo...

En el vacío de tu ausencia crece una flor con el perfume de la melancolía,
el viento me susurra tu nombre y mi corazón late con tristeza,
y la memoria es casi un laberinto donde me pierdo,
sin encontrar tu sonrisa o algún recuerdo lejano...

¿Que ilumina la oscuridad de nuestro interior si no hay amor?,
los recuerdos tardan en aparecer porque los llevamos muy adentro,
y junto a esos recuerdos surgen muchas imágenes,
esas que alguna vez fueron una vida llena de  amor y pasión...

En este silencio te busco pero solo encuentro sombras,
y aún así te siento cerca en el eco de mi corazón,
tus recuerdos renuevan la ausencia y redoblan la nostalgia,
para sumergirme más y más en esta oscuridad interior...

El río de los recuerdos fluye lento y profundo en mi alma,
y donde las aguas se entrecruzan se encuentran los momentos pasados,
la corriente lleva consigo imágenes de ti y de mí,
sonrisas, lágrimas y palabras que en el tiempo se han desvanecido...

Pero en este río de ausencias donde todo persiste,
el pasado se hace presente dando luz a la oscuridad,
donde cada piedra en sí es algún viejo recuerdo,
y cada ola es un nuevo susurro que me acerca más a ti...


Eduardo Garrido
Buenos Aires
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LOCA UTOPÍA...

Un día dejaré de caminar el alba en soledad,
será el momento de reposar en la tranquilidad del tiempo,
tendré quizás un espacio propio para pensar,
o tal vez ya habré agotado los senderos de la vida...

A pesar de que los años que hemos vivido nos llevan la energía,
nos dejan la experiencia que nos da el haberlos vivido,
cuando los silencios hagan de sí un imperio absoluto,
los márgenes escritos en los libros de la vida nos darán todas las respuestas...

Un día la semilla germinará su propio olvido,
y brotará con la fuerza de la naturaleza del hombre,
el polvo de estrellas rociará el almácigo de la eternidad,
para volver a sentir la otrora paz del universo...

El desierto congelará cada grano de arena,
dentro de un alma aturdida en un cambio transparente,
las hojas de los árboles tapizaran las calles,
y volveremos a pisar la hierba fresca de una nueva pradera...

Suena utópico pensar así en un sueño casi imposible,
tanto que algunos nos tratarían como si fuéramos locos,
pero pensemos que en la vida y en el mundo siempre,
hemos tenido locos lindos que nos demostraron que se puede vivir de otra manera...


Eduardo Garrido
Buenos Aires
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UN RAYO DE LUZ ENTRE TUS SÁBANAS...

Me excita el sensual erotismo de tu negra sombra,
porque es el costado perverso y ambiguo de mis pensamientos,
que me atormentan de una forma profana y prohibida,
cuando tus caricias liberan mis gemidos mientras me tocas...

Soy un rayo de luz entre los claroscuros de tus sábanas,
la reacción quimica perfecta que desencadena tus deseos carnales,
allí despojados de toda la ironía mundana,
lo profano y lo sagrado juegan a la alquimia de la seducción...

Soy las respuestas que surgen de tus interrogantes,
soy esa duda entre lo permitido y lo prohibido,
soy esa línea permeable entre lo normal y lo bizarro,
y soy el que te calma y a la vez te hace perder la cordura...

Mis profanos versos se mezclan con tus gemidos reprimidos,
y tus manos ansiosas recorren cada centimetro de mi cuerpo,
el pecado me subyuga, me sienta bien y me libera,
de los obscenos pensamientos que dan vueltas dentro de mi cabeza...

En la oscuridad de la noche entre jadeos y sudor te sigo llamando,
no conozco tu nombre como tampoco conozco tu vida,
sé que estás ahí, puedo sentirte y no quiero quitarte de mi cabeza,
porque aunque no sepa tu nombre, dentro de mi mente siento que ya te he hecho mía...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
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INVIERNO DE MI VIDA...

Solte las sogas que ataban las aspas de mi molino,
y comencé a saborear las aguas de la libertad,
el viento dio de lleno en mis ojos que se deslumbraban,
y la vela de mi barca rumbeo hacia el ancho mar azul...

Las gaviotas acompañaron mi rumbo desde el cielo,
y alguna se animo a posarse sobre mis hombros,
fue el comienzo de otros tiempos en otra historia diferente,
y fue el faro de tus ojos el que me guió hasta acá...

Solté las amarras que ataban mi consciencia,
para meditar en un vuelo más allá del sol,
le di rienda suelta a todo lo que había reprimido,
y encontré en tu sonrisa toda mi paz interior...

Purgue los pecados que condenaba mi desaliñado destino,
pague las culpas que no tenia pero me hicieron sentir,
volví a ver el amanecer sabiendo que aún estaba vivo,
y mi otro yo simplemente se marcho muy lejos de aquí...

Quiero amarte intensamente desde el pétalo de una flor,
sentir la brisa del aire frío rozando mi cara,
entregar mi alma entera a tu cuerpo de mujer,
y decirte al oido que antes de ti nunca he sentido algo así...

Mi cuerpo deshecho por la tormenta interior que me azota,
se vuelve a fortalecer a través de tu mirada,
que como un lazarillo me llevó de regreso,
a vivir este nuevo amor y a luchar por lo que quiero...

Amor, bienvenido amor en el invierno de mi vida,
un invierno que convertiremos en otra dulce primavera,
dándonos el tiempo para amarnos sin medida,
en ésta noche azul que será el broche dorado que nos regala la vida...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
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ALHAMBRA...

Te sigo recordando en las pequeñas cosas,
el aroma sutil de tu perfume todavía se encuentra aquí,
la luz de la ventana cuando el día amanecía,
y tu sonrisa blanca junto a la taza llena de café...

Los pájaros cantando en la nueva primavera,
y aquella enredadera que en tu pelo se enredó,
las columnas de la alhambra y tu perfil recostado,
sobre una almohada blanca que te sentaba tan bien...

Azules mañaneros de cálidos días sin auroras,
caminos incrustados muy dentro del corazón,
bosquejos misteriosos en dibujados cielos,
con nubes esfumadas en algodón y papel...

Muchacha de ojos tristes y mirada tan inquieta,
soneto de un silencio escrito en La menor,
tibieza compartida detrás de los milagros,
de una noche de estrellas en la que brilló el amor...

La balada del alma de un amor prohibido,
que nos estrujaba el pecho y nos llenaba el corazón,
si los sonetos del tiempo le daban paso a la vida,
esa alegría infinita nuestro amor así selló...

Como aquel castillo rojo que vieron crecer tus ojos moros,
como esas flores de incienso que matizaron tu jardín,
como ese rojo sediento de amores tras esos muros,
así yo muero de pena si no tengo tu corazón...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
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AMAR ENTRE LAS SOMBRAS...

Los harapos de la frustración giran en un mundo sin orbita,
y los despechos del silencio nos traen peleas extinguidas,
que inconscientes se esconden de la luz de tus ojos,
para amarte en silencio detrás de tu corazón...

Los momentos perdidos entre dos ginebras y un vino,
invaden la tranquilidad de esta noche de bohemia,
con el príncipe de la noche arrastrándose por el fango,
para pedirle a la coherencia lo que jamás podrá encontrar...

Los miedos sobrevuelan el vacío de las noches de niebla,
y aún se escucha el maullido de un gato en la oscuridad,
en el aire flota el aroma de algún perfume barato,
y con el silencio se vuelve rey en medio de la soledad...

Las miserias humanas aparecen detrás de las ausencias,
las mentiras superan todos los límites que se puedan imaginar,
la frustración nos vuelve parcos, cautelosos y desconfiados,
y poco a poco perdemos la empatía para dejarnos amar...

Otras dos ginebras y un vino para tratar de olvidar,
para lograr que en esta noche el príncipe vuelva a la nobleza,
para negociar su alma en una mesa de Black Jack,
o para volver a ser el mendigo de un amor entre las sombras...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
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