25 mayo 2024

MI PROPIA SEMILLA...




Sigo con la mirada perdida en algún lugar,
buscando en ese horizonte el punto que abra la puerta de esta jaula,
un punto extraviado en la agonía perpetua que me encadena,
y que quizás se habrá anidado ya en algún otro lugar...

Abrázame y no me dejes caer en la zozobra de la nada,
necesito despertar de esta pesadilla sin fin,
sigo gritando frente a lo que refleja el espejo pero no me escuchan,
sácame de este hospicio que aturde mis sentidos y es tan cruel...

En el barro volveré a ser mi propia semilla,
en una canción desesperada para volver a nacer,
en el silencio tortuoso de algún camino que fue olvido,
y en la esencia de la vida que jamás debi perder...

La noche ha sido la mejor compañera que he tenido,
porque nunca juzga ni cuestiona absolutamente nada,
la noche atrae y deja pensar pero a la vez vulnera,
porque te expone a todo y te envuelve con su intimidad...

Así la intensa noche dejó de ser un misterio para mí,
y tras ella amaneció un nuevo día con un nuevo amor,
volví a caminar por esas calles para seguir viviendo,
y con el barro del camino volví a moldear mi libertad...




Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor







23 mayo 2024

LOS MISMOS DE AYER...



Las charlas entre el pensamiento y la vida cotidiana,
nos acarician la cara volviendonos al pasado o trayendonos al presente,
nos confunde porque nos parece todo igual y quizás lo es,
siempre somos el mismo hombre y la misma mujer...

Los mismos gestos, las miradas, el tránsito de la avenida,
con la ciudad de Buenos Aires y las bocinas de fondo,
con el subte recorriendonos la vida desde la estación Lacroze hasta Leandro N. Alem,
con la lluvia cantando alegremente un tango sobre las baldosas del patio...

Esas baldosas que de a poco nos han visto crecer,
y ahora de adultos las miramos de reojo y siguen siendo las mismas,
porque nosotros también somos los mismos pero a la vez diferentes,
aunque al miramos seguimos siendo nosotros mismos...

La lluvia sigue cantando ese tango que se nos quiebra en la voz,
pero ahora suena diferente porque se nos paso la vida,
y nos miramos igual pero distinto sin gestos ni miradas,
y siempre somos el mismo hombre y la misma mujer...

La lluvia sigue cantando sus tangos sobre las baldosas del patio,
y los malvones a pesar del hollín siguen floreciendo,
cuando pasa el subte aún se siente temblar el piso,
pero nosotros seguimos siendo los mismos de ayer...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor 

17 mayo 2024

VOLVER A PECAR...



Las yemas de mis dedos degustan con sensibilidad palmo a palmo,
van siguiendo el borde sinuoso de tu cintura,
buscando el calor y la belleza de tus profundos valles,
para perderse en el fondo de una jungla de dorados rizos...

A las puertas del volcan que generan tus deseos,
encuentro el remanso que detiene mi tiempo,
y me deja caer en el abismo de esa magia,
que arremolina mis ganas de hacerte el amor...

Se anidan mis miedos detrás de mis manos,
me liberan los cielos del amor contenido,
y me pierdo en el tiempo cuando estoy junto a ti,
porque tu piel me atrapa como si fuera mi misma piel...

Los sentidos desvarían en esa montaña rusa,
donde los carruseles bailan al compás de tu hermosura,
donde llegamos al cielo y al infierno al mismo tiempo,
o donde caemos sin paracaídas en una grieta abisal...

Las yemas de mis dedos son el nervio óptico de mis ojos ciegos,
que trazan habilmente los silencios de esta danza de amor,
y en la cruz de un hechizo ancestral envuelto en un pañuelo rojo,
tu cuerpo se desnuda, me atrapa y me invita a volver a pecar...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor 

15 mayo 2024

INFIEL...



Ardía el cansino atardecer detrás de la bahía,
en mi refugio escondido para la monotonía del tiempo,
los reflejos azules en mi cuerpo eran como purpureas ráfagas,
que me transformaban en crepúsculo para parir el alba...

¿Y dónde estabas cuando el dolor pudo con mi silencio?,
si hasta olvidé tu nombre para no traicionar mi juramento,
y los rojos arreboles se extinguieron con las tardes grises,
para morir en una noche iluminada por la luna blanca...

En los momentos en que trafique mi destino de hombre fiel,
sólo me abrigaron las frías gotas de lluvia,
cuando ya no existía el ayer y el hoy se estaba yendo,
porque habría de pensar entonces que existiría un mañana...

La piel guarda muy adentro las marcas del amor,
esas que el alba escondera dentro de la mesa de luz,
junto a los olvidos que arrastramos a través del tiempo,
como cadenas que nos atan a los amores del pasado...

Mis ojos vacíos no quieren mirarte a los ojos,
quizás tan sólo sea porque no quieren llorar,
la noche se llevó a cuestas su eterno bagaje de sueños,
y la mañana me dejó el sabor de otra noche en la que no te pude amar...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor



12 mayo 2024

SI LOS OJOS HABLARAN...



Escuche alguna vez decir por ahí y nunca lo he olvidado,
que si los ojos hablaran vivirían contando historias de amor,
si las miradas dijeran de frente lo que esos ojos por pudor callan,
serían invisibles a la luz de las pupilas para escribir un mañana...

La magia de esos otoños con sus cálidos colores,
con esa nostalgia evocada a través del cristal de la ventana,
con la paleta de ocres y amarillos como sutiles acuarelas en el alba,
o como eternos atardeceres llenos de amor desbordando el alma...

Las hojas volando en una danza alborotada,
enmarañadas con el viento como en una coreografía sobrehumana,
con una taza de café humeante para entibiarnos la nostalgia,
y esos besos entregados al llegar la madrugada...

Si los ojos hablaran serían los principales intérpretes,
de la pasión puertas adentro de esas alcobas insurgentes,
expresando la calma después de un intenso torbellino,
para ser los cómplices perfectos de ese amor que llevan dentro...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor 

01 mayo 2024

LA BOHEMIA...



Hay un corazón herido que delata el dolor de su propio desamor,
llorando por su pasado arrebatado de la nada misma,
vio caer la lluvia casi insípida detrás de su miseria,
y amo aún más al cruel causante de su desnudez...

La pasión invadió su misterio como un hechizo suburbano,
en una ciudad tan viva y cambiante como una frágil pubertad,
viajo de polizón con su bagaje de viejas y corroidas valijas,
sobreviviendo de la caridad y algunos mendrugos de pan...

Camino por los rastros en busca de un alma gemela,
entre los cacharros de lata y las artesanías art nouveau,
arrojó tres monedas de la suerte a la fuente de los fariseos,
mientras que el parche del ojo escondía su alma y su corazón...

Sus sueños eran siempre un ir y venir constante,
buscando esas quimeras que lo ayudaran a subsistir,
con una cinta roja y un viejo trébol de cuatro hojas,
en una tarde panza arriba en una plaza de Toulouse...

La bohemia era para él como una marca registrada,
su boina y su simpleza eran quizás su mejor forma de vivir,
su naturaleza le recordaba su época de hippie con el pelo largo,
y el viejo blues en su guitarra era la receta que lo hacía sentir bien...

La tarde se fue con la aparición de las estrellas,
y por la noche lo volverá a atrapar su constelación de sueños,
volverá al rastro en busca de algún alma gemela,
y se perderá de nuevo entre los cacharros del atardecer...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor 

29 abril 2024

EL DIABLO Y LA LUNA...



Dejo de ser él mismo para ser otro muy distinto,
y le pidió a su corazón que jamás lo traicionara,
se vistió con el mejor traje que tenía de hombre bueno,
y quiso vivir su otro yo en su mundo paralelo...

Se despojó del dolor que tenía en el alma,
para poder recordar esas noches de amor a la luz de las velas,
donde todo era hermoso con su mujer y sus tiempos,
porque era un hombre feliz que sólo vivía por ella...

Se enamoró de la luna, del cielo y de las estrellas,
se enamoró de una flor en una tibia noche de primavera,
quiso ser el ruiseñor que cantaba con brío en su ventana,
y quiso ser para ella el calor del sol que siempre la abrigara...

Así el diablo que habitaba en él también se enamoró de la luna,
y ya no quiso volver a la soledad de su oscuro inframundo,
soñó por un momento con un cielo azul brillante y sus cometas,
y se bebió todo ese amor mundano a la luz de esas velas...

El diablo se transformó en un hombre para ser diferente,
amo y protegió a esa mujer más allá de la muerte,
volvió a ser mortal para amar nuevamente a la vida,
y la luna, la flor y el amor de esa mujer,
fueron su quiebre, su punto de partida...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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26 abril 2024

LOS LABERINTOS DE MI CONSCIENCIA...




Dónde te habrás perdido amor que se hace tarde y aún no llegas,
ya se ha oscurecido el cielo porque llegó la noche y hace frío,
extraño tus besos y me falta el sonido de tu respiración,
y aunque encendí el fuego me falta el calor que me da tu abrigo...

Siento tu ausencia en mi cuerpo con el dolor en las entrañas y el hastío,
si la vida me castiga así ya no se si quiero seguir vivo,
antiguos recuerdos habitan los laberintos de mi consciencia,
pero necesito oír tu voz para sentir la sangre que corre por mis venas...

Recuerdo tu rostro con la sonrisa espontánea en una tierna imágen,
que se ilumina y me acompaña a transitar los mil caminos de la vida,
en estas noches donde el sueño me dice a gritos que está ausente,
pero los recuerdos me dicen que aún te llevo dentro mío...

Dónde te habrás perdido amor que ya la hoguera se está apagando,
que otros brazos calmarán el dolor de tu desconsuelo,
que otras manos secarán las lágrimas de tus mejillas,
y que otros labios besarán tu boca y te dirán te quiero...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
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19 abril 2024

RENDIJAS EN LA PARED...



Es un beso en el silencio y una mirada perdida,
ni siquiera se que siento ni tampoco que es peor,
y esa vieja canción la que sostiene mi andamiaje
en una ventana hacia el pasado, esa que aún no se cerró...

Las puertas del infierno han quedado entreabiertas,
la magia de tu tiempo se ha perdido porque si,
el temblor de tus labios al balbucear un te quiero,
y la sonrisa forzada en esa foto en la pared...

Como hubiera sido todo, si al fin todo hubiera sido,
en esos ojos perdidos detrás del viejo cristal,
la luz se cuela sola a través de las rendijas,
de una pared de la vida que se acaba de quebrar...

El ocaso del momento en que nos quedamos solos,
las imágenes que llegan desde nuestro interior,
procesamos los silencios como a mil revoluciones,
y comprendemos que el miedo nos vuelve a doblegar...

Corazones de fuego mutilados del alma,
segundos suspendidos dentro de un celofán,
como pastillas que duermen para invadir la nostalgia,
y acompañar nuestro cuerpo hasta algún funeral...

Impresiones gastadas de emociones alquiladas,
con amores no resueltos dentro de nuestro corazón,
y los pasos cansados de la vida como última instancia,
olvidados en el olvido de lo que ya no será...


Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

17 abril 2024

COMO UNA LOBA...



Ella se acercó a mí deshauciada y rendida,
se embriagó perdidamente con la fragancia del deseo,
la desesperación y sus ganas como siempre la traicionaron,
y la hicieron pecar consciente de su propio infierno,
eso hizo que se entregara tan sumisa a mis pies,
y asi se volvió mi sierva cuando ayer claramente fué mi dueña...

El alba le recordó el dulce aroma que emanaba de mi piel,
sus poros despertaron hambrientos de sexo y me buscó,
sus labios y su boca se fijaron en mi cuerpo con un solo deseo,
que era la miel que la lujuria soltaba dentro de su ser,
el placer le soltó las riendas y se convirtió en una pira humana,
para quemarnos en el fuego en el que ardió todo su cuerpo...

Ella intentó ser fría ante mí pero se quemó al tratar de escapar,
sé que no quiere desearme de esta manera pero ya no lo puede evitar,
quiere controlar sus ganas pero el deseo la subyuga,
intenta domar al indomable potro pero la vuelve a arrasar el deseo,
se arrastra para pedir más de mí pero quedó exhausta,
y muere por otra gota de placer aunque sea la última...

Ella viene hacía mí como un loba rabiosa en celo,
se puede percibir el deseo hambriento de su lujuria extrema,
sus aullidos la hacen gemir de placer cuando mis labios rozan su piel,
porque se ha hecho perdidamente adicta a los movimientos de mi cuerpo,
mientras el grito triunfal de la llegada al cielo es inevitable,
y cuando me posee deja de ser una loba para transformarse en un cordero...

Ella aunque trate y trate de escapar siempre volverá a mí,
su naturaleza la doblega y el deseo la devora,
porque sabe que en mi siempre encontrará la llave que busca,
para desplegar las alas del placer y volar conmigo,
porque solo conmigo libera su perversión y su maldad,
y porque solo entre mis brazos ella encuentra la paz para su infierno...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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EN LOS BOLSILLOS DEL VIENTO...

En el torbellino que hay dentro de mi donde las sombras juegan a ser yo, guarde mi alma en los bolsillos del viento con un secr...