28 octubre 2024
DESTINADOS AL OLVIDO...
Esos momentos que se desvanecen dentro de los recuerdos,
quizás porque ya son parte de otra historia,
quizás porque ya no forman parte de nuestra vida,
o tal vez son esas cosas que ya no queremos recordar...
Momentos que han sido demasiado duros,
algunos que seguro nos han dejado sus huellas en el camino,
esas cosas que el subconsciente ya no puede procesar,
porque el dolor aún hace que nos neguemos a dejarlos volver...
A veces nos cuesta demasiado recomponer nuestro camino,
porque fueron muchos años en los que reprimimos las emociones,
donde las ilusiones quemadas como si fueran pirotecnia barata,
nos han dejado secuelas pesadas que han durado para siempre...
Morir o jugar a no morir enfrentando el silencio,
como una solución a lo que pudo ser alguna vez pero no fue,
la agónica expresión de una sonrisa como en el fantasma de la ópera,
tapándonos la cara con la máscara endurecida del corazón...
Caminamos haciendo equilibrio sobre el hilo de una telaraña,
escapándonos de las arenas movedizas que nos quieren devorar,
y el mago de una alcantarilla nos saca de adentro de una galera,
la sonrisa que hace tanto tiempo nos falta en el día del después...
Mariposas y primaveras mezcladas con las luces de la autopista,
nos dejan de a pie en medio de la calle y a oscuras,
buscando desesperadamente el rostro de alguien que nos rescate,
justo en el momento en que todo se vuelve a desvanecer...
Y me encuentro leyendo las páginas de un libro de autoayuda,
queriendo comprender lo que no tiene comprensión,
mientras el tiempo y la vida se desvanecen como todo,
cuando esos recuerdos destinados al olvido vuelven a aparecer...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
25 octubre 2024
LLUEVE SOBRE UN CORAZÓN PARTIDO...
Llueve y cae desde el cielo el agua que moja la esencia de la vida,
el agua que nos sorprendió en medio de esta tarde tan distinta,
donde el tic tac del tiempo nos marco la despedida,
para volver a encontrarnos alguna otra vez en el camino del amor...
Una suave rosa que acariciaron tus temblorosas manos,
tan frágil como el botón que sostenía tu camisa,
cayó de tus manos en el vacio de las frases perdidas,
para llorar la pena desgarrada de otro desencuentro...
Llueve con esa copiosa lluvia que nos anega el alma,
desde una tormenta que nos parte al medio el corazón,
y nos deja devastadas hasta las más pequeñas ilusiones,
de no querer morir en el intento de seguir con este amor...
Y esa suave rosa no alcanza para evitar lo imposible,
y el alma se vuelve frágil como la rosa que no alcanza,
poco a poco la lluvia nos borra las lágrimas,
y endurecemos el rostro para tratar de parecer enteros,
Llueve como si fuera la última vez y no fuera a llover nunca más,
vibra el tiempo con el paso acelerado en los relojes de la vida,
y suena el silencio en la melodia acompasada de un dos por cuatro,
como palabras balbuceadas sin sentido que solo puede escuchar el viento...
La suave rosa que acariciaron tus temblorosas manos,
tan frágil como el botón que sostenía tu camisa,
cayó sobre el ataúd vacío de las frases no correspondidas,
para llorar un dolor genuino sobre la memoria de tu corazón partido...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
22 octubre 2024
ARROZ CON LECHE...
El paso del tiempo ha marchitado las hojas de un trébol,
que tengo guardado entre las paginas de un viejo libro,
ese que atesoro desde mi lejana juventud,
junto a esa servilleta de papel donde me escribiste te amo...
Las calles vacías a la madrugada son el mejor lugar para soñar,
y veo pasar un auto después de mucho rato,
para confirmar que la vida sigue aunque todo duerma,
y aunque nadie camine a oscuras por el silencio...
Que pasará ahora en las calles inertes,
esas calles que hasta hace un rato eran un enjambre de gente,
corriendo detrás de un colectivo para volver a casa,
mientras veo pasar la luna desde el balcón indiscreto de mi alma...
Casi como escondida entre las nubes,
no se si por pudor o tal vez para pasar desapercibida,
porque ya está grande para rendirle cuentas a la vida,
ella que se acostumbro a andar sola en busca de un amor que la sedujera para siempre...
El tiempo marchito los geranios que poblaban mis ventanas,
son las tres de la mañana y la luna me dice que me vaya a dormir,
y como le pido al sueño que me lleve de gira,
si ya no puedo cantar ni siquiera el arroz con leche...
Me doy vuelta y me abrazo a mi mujer,
que duerme plácidamente y sigue siendo mi sostén,
la que asegura que mi globo aerostático no se pierda en la tormenta,
la que me trae devuelta a la tierra cada vez que salgo a volar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
19 octubre 2024
OTRA HISTORIA...
Esta amaneciendo y en mi balcón aparecen los primeros rayos del sol,
pinta un día hermoso en esta primavera que avanza y avanza,
ni calor, ni frío, solo el suave frescor que tienen éstas mañanas,
donde un mate sin apuros ni horario que cumplir nos hace la diferencia...
La pausa justa para contestar algún mensaje, leer un correo,
o sencillamente limitarte a mirar por la ventana y no pensar en nada,
el silencio es algo que me puede porque es la paz que me deja volar,
veo la gente que pasa allá abajo, acelerada como siempre, diminuta...
Otro mate me hace regresar porque andaba por las tierras del olvido,
allí me suelo perder a propósito para encontrarme conmigo mismo,
y después de dar una vuelta por el silencio del amanecer,
regreso al mundo del ruido del que no me puedo abstraer por mucho tiempo...
Un auto le toca la bocina a otro que no puede girar en la esquina,
el día ya arrancó y está a pleno con todos los decibeles a full,
la gente pasa caminando apurada para llegar a sus trabajos,
otro día más o otro día menos dependiendo en todo caso del vaso con el que se lo mire...
Suena el timbre del portero eléctrico y es tan temprano aún,
era el remis para el piso de abajo que otra vez se equivocó de timbre,
la radio desde la cocina me cuenta las noticias de ayer,
mientras vuelvo a calentar el agua porque el mate ya está frío...
Chifla la paba y le cambio la yerba al mate,
me vuelvo a sentar en el balcón para escribir,
la hoja ya no está en blanco porque en ella misma hay una historia,
otra historia del día a día, de la gente, de vos, de mi, de la vida...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor
15 octubre 2024
Y AL FIN ME ATRAPA EL SUEÑO...
El tren de la inspiración se atrasó y no llega,
mientras tanto busco cualquier cosa que me saque de este letargo,
le paso la aspiradora a los genuinos pensamientos que aún me quedan,
y me tomo un tesito de hierbas para aliviar la indigestión...
La magia del pensamiento desbloquea los bajos instintos,
como si unas odaliscas entraran en trance agitando sus caderas,
en las frías y solitarias noches de algún oasis ajeno,
donde las baratijas de arena lucirian mucho más que el oro puro...
Un gato ahora juega con unos viejos ovillos de lana,
ronroneandole al sol en la rígida hora de la siesta,
la vida suele ser tan dulce a las tres de la tarde,
pero a la noche nos muestra las uñas en busca de la supervivencia...
El anden veintinueve aún sigue vacio esperando el arribo del tren,
dicen por ahí que quedo detenido en la estación del silencio,
que a esta hora se ha juntado con la somnolencia,
y decretaron no seguir el viaje por haber sido abordados por la fiaca...
Hoy la inspiración circula por otra ruta que no es la mía,
y las palabras salen de mi cabeza como si salieran de un cuentagotas,
Morfeo me llama a los gritos porque no me dejo atrapar,
y cae la pluma de mis manos con la hoja aún en blanco para que al fin me atrape el sueño...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor
12 octubre 2024
LA SILLA DEL ACANTILADO...
Otro mes de Agosto y era otro más que se agregaba a la cuenta,
otro año en el mismo lugar pero ya gastado por el tiempo,
una vida esperando en esa orilla y cansado de esperar junto a la silla,
esa silla vacia sin esperanza que esta vez se llevó el mar...
Pasaron inviernos y primaveras también otoños y veranos de dolor,
y el débil barquito que te llevo en aquel dia,
no volvió a la playa ni el mar nos trajo jamás ninguna señal,
¿donde estarás y en que lecho marino hoy retozara tu alma?...
Era un pequeño y veía a mi madre días enteros en esa silla,
esperando que lo imposible se hiciera realidad,
que el milagro logrará lo que el tiempo se encargo de demostrar,
y era que el naufragio te había llevado para siempre...
Crecí viendo esa silla a los pies del acantilado,
y a mi madre pasar horas llorando junto a ella,
hoy que ya no están mi madre ni la silla,
y miro con desdén ese lugar que opaco mi infancia y juventud...
La vida nos paso por arriba de un momento para el otro,
el cielo se oscureció como aquella noche de tormenta,
mi madre partió de este mundo convencida de que iba a encontrarte,
y hoy de ti solo tengo el recuerdo de un adiós...
Un adiós que era por un rato pero fue para siempre,
un día más que en realidad fue el día de un antes y un después,
una vida que se fue y otras más que se detuvieron,
en un frío acantilado donde de a poco hasta dejamos de llorar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor
10 octubre 2024
LUNA DE OCTUBRE...
Luna de Octubre que me has visto nacer,
desde siempre fuiste mi luz y has marcado mis senderos,
acompañando mis miedos y cobijando mis penas,
despejando la niebla que oscurecía mi destino...
Luna de Octubre como un corazón de fuego,
y una pícara mirada para hacerle un guiño a mis sueños,
eres la luna mística que reina dentro de mis noches,
con tu eterna luz de plata y un sutil velo de seda...
Llenas mis momentos con un abismo de magistral belleza,
donde las estrellas son diamantes que brillan en tu jardín de flores,
tus rayos alumbran los caminos de las sombras y las luces,
donde el viento susurra a voces los secretos de tu cielo...
Bajo tu luz el árbol de la vida extiende sus ramas,
esa luz que es un puñal de plata que corta la oscuridad,
donde el mundo se duerme para que los sueños imperen,
y el alma libre se eleve para comenzar a volar...
Luna de octubre eres la reina de todas mis noches,
y tu belleza es un canto que resuena en mi alma,
donde el amor y la vida se funden dentro de tu cielo,
con tu misterio divino para quitar el velo que cubre la oscuridad...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor
03 octubre 2024
CUANDO SE DETIENE EL TIEMPO...
Los cristales del alma se han resquebrajado,
y los suspiros del viento me enfrían el corazón,
las rosas del silencio en los floreros del tiempo,
perfuman la quietud y la paz de este cansado corazón...
No quiero irme de aquí porque me reencontré con la calma,
aún sostengo en mis ojos el brillo de la luz de tu mirada,
y camino al costado de la pared de un cementerio,
sin mirar el pasado para no ponerme a llorar...
Las manchas del recuerdo que guardan las almohadas,
de esas noches de amoríos de aquella juventud,
las pasiones pasajeras de esos veranos ardientes,
y eternas primaveras que duelen al recordar los tiempos idos...
El olvido nos marca las cartas con el dolor del adiós,
y las luces de la calle bailan con las sombras al ritmo del viento,
hoy ya no duele el alma ni se enfría el corazón,
porque este lugar está más allá de los simples sentimientos...
Hoy en mi hay otra vida después de la vida,
porque soy un crónico fantasma del eterno olvido,
donde un amor perdido te rescata de la indiferencia,
para atravesar el silencio mientras el reloj detiene el tiempo...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
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Reservados Autor
02 octubre 2024
UYUNI...
Señora de la vida te suplico que me enseñes el camino,
que me lleves contigo a través de la noche con tu lámpara de sal,
con tus flores de incienso y tus hojas verdes para tus gualichos,
y esas luces magenta reflejadas en el cielo sobre el oscuro pedregal...
En una noche imantada por los rezos furtivos a orillas de un lago,
y en la espalda tatuado un fetiche dorado de la isla de Pascua,
talismanes de fuego que se dibujan en el cielo de viejas soledades,
y un caprichoso destino que nos trajo esta noche fuera de la ciudad...
Un amor escondido y reflejado en el cielo frente a la belleza,
y con ese fuego del cielo mezclado con la pureza blanca de un iglú de sal,
esta ahí majestuoso e imponente como nuestras ganas,
el salar de Uyuni donde se pierden los ojos en su inmensidad...
Ya no puedo distinguir si es un mar donde la vista vuela,
o tal vez un desierto que hace tiempo cambió la arena por sal,
a lo mejor será un cielo sin límites donde se multiplican las estrellas,
o un exquisito espejo de agua que después de la lluvia ha vuelto a brillar...
Señora de la vida enséñame el camino para que no me vaya,
y perfuma con tu esencia la inexperiencia de este pobre mortal,
transmite tu noble sapiencia para que todos aprendamos a quererte,
porque después de Uyuni en nuestra vida ya nada volverá a ser igual...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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Reservados Autor
27 septiembre 2024
SOMBRAS...
Te busco en las sombras donde la luz ya no puede llegar,
en el rincón más profundo donde mi alma late con dolor,
en el silencio de la noche te llamo con un hilo de voz en un susurro,
y espero que tu voz responda desde el fondo de la oscuridad...
Te busco en los recuerdos que se esconden dentro de mi mente,
en los caminos del pasado donde tú y yo nos hemos encontrado,
pero tú eres sólo un fantasma que se desvanece en el aire,
un espejismo que me engaña y me deja con la nada...
Y aún así perdido te sigo buscando en las sombras y en la luz,
y en el eco de mi corazón donde te anidaste para siempre,
porque en las sombras siempre habrá un rastro de ti,
un rastro que me guíe hacia el abismo de mi alma...
En la grieta abisal de los suspiros contenidos,
suena el eco amplificado de los gemidos dormidos,
y en las palpitaciones intensas de un corazón aún jadeante,
que anhela esa conexión con el amor restringido...
La oscuridad del silencio de nuestro mundo oprimido,
es la sensación que nos acerca a esos eternos momentos,
en el despliegue de las alas que nos llenan de vida,
para morirnos un instante después abrazados a un tormento...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
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