30 noviembre 2024

GUARDIANA DE MIS SECRETOS...



En el jardín al que asoma el balcón de mi alma,
allí donde las sombras nos esconden de la vida,
tan solo tú eres la guardiana de mis silencios,
porque custodias y proteges mis secretos más profundos...

Con unos ojos que ven más allá de la realidad,
escuchas el susurro de mis miedos y mis deseos prohibidos,
porque esos ojos que ven más allá de mi locura,
son los mismos que siempre atrapan mis desvelos...

Naufrago en el río dormido de mi conciencia,
donde las aguas se entrelazan a las raíces orilleras,
ahí solo tú navegas conociendo mis profundidades,
porque es tu corazón el que late empaticamente junto al mío...

Recoges mis secretos, mis lágrimas y mis sonrisas,
me ayudas a que me encuentre a mi mismo descubriendo mi corazón,
sueltas mis amarras y vuelas junto a mis sueños,
cerrando el círculo de sal para sostener mi realidad...

Mi mente era un chasquido perdido en el rumor del viento,
donde las paredes se cerraban como si fueran un nicho parco,
eres tú la que guía e ilumina el rumbo de mis pasos,
con una voz que susurra palabras de consuelo y liberación...

Eres la guardiana protectora de mis profundos secretos,
la que me sostiene, la que me ama y me comprende,
en ti encuentro el refugio, la paz y la libertad,
para ser yo mismo, pero sin temor a ser juzgado y condenado por los demás...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

27 noviembre 2024

ETERNIDAD...




Nos veremos en la eternidad,
entre el silencio y la diáspora de la vida,
entre las estrellas y el sol naciente,
o entre tu corazón y la noche más oscura,
ahí, justo ahí nos veremos de nuevo...

Entre la lucidez y la omnipotencia del deseo,
entre los escarpados acantilados del destino,
con la luz difusa de un amanecer cansino,
o entre la paz de un lago y el rumor de una vertiente,
ahí, justo ahí nos veremos de nuevo...

Nos veremos en la eternidad,
entre las nubes grises y el polvo del camino,
entre las praderas y los sauces del río,
o entre la luna de noviembre y la lluvia de diciembre,
ahí, justo ahí nos veremos de nuevo...

Entre la belleza de un girasol y el vuelo de un colibrí,
entre los pétalos de una rosa y las gotas del rocío,
entre el amor sostenido y las dulces notas de un violín,
o entre un beso apasionado y la locura de tenerte,
ahí, justo ahí nos veremos de nuevo...

Nos veremos en la eternidad,
entre las gotas de cristal y el rubí de tu mirada,
entre la cálida brisa y las tormentas de verano,
o entre el perfume de sándalo y el heno de las pasturas,
ahí, justo ahí nos veremos de nuevo...

Entre la luz del alma y el murmullo de la vida,
entre los claroscuros de la pasión y la belleza de tu sonrisa,
entre las caricias y el perfume tan rico de tu piel,
o entre la lava del volcán que desatan nuestros cuerpos,
ahí, precisamente ahí nos veremos de nuevo...


Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor

24 noviembre 2024

LA LOCURA DE VIVIR SIN TI...



En el abismo de mi alma sin ti me siento perdido,
como un barco sin rumbo que va a la deriva y sin un puerto en el horizonte,
la locura de vivir sin ti me consume lento como un siniestro fuego,
que arde sin cesar devorando mi corazón, mi alma y mi razón...

Cada día es un tormento sin tu sonrisa y sin tu cálida mirada,
sin tu voz que era mi refugio y el consuelo donde me cobijaba,
la ciudad es un laberinto cerrado donde me siento extraviado,
y sin el hilo rojo que me unía a ti para guiarme hacia la salida...

La noche es un abismo que me atrapa y me siento solo,
es un planeta sin sol, sin luna, sin estrellas ni cielo,
la locura de vivir sin ti me hace gritar hasta romper en llanto,
me hace sentir que de a poco me estoy muriendo y voy desapareciendo...

Pero aún así trato de seguir viviendo y sigo respirando,
mi corazon sigue latiendo aunque ya sea sin sentido,
porque la locura de vivir sin ti también es una forma de amor,
un amor que no se muere ni se apaga porque aún sigue ardiendo...

En el espejo de mi alma aún veo un reflejo de ti,
el eco de tu risa y el susurro de tu voz que me hacen sentir vivo,
la locura de vivir sin ti me lleva a buscar en el pasado,
esos momentos que compartimos y los recuerdos que me hacen sonreír...

Y aunque la distancia y el tiempo nos separen y nos alejen,
mi corazón seguirá latiendo por ti y mi alma seguirá cantando tu nombre,
la locura de vivir sin ti es un alto precio que estoy dispuesto a pagar,
porque el amor que sentimos es un amor que no morirá ni se apagará jamás...


Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

21 noviembre 2024

LA ALQUIMIA DE LA VIDA...




El silencio como un viejo maestro le susurra a un joven eremita,
ese que detiene su marcha en mitad de la noche,
el que en la meditación tiene aún el poder de soñar,
y al que la juventud desnuda y hace pecar de ingenuidad...

En el abismo sagrado del eterno silencio,
allí donde las palabras sobran y se desvanecen,
el rumor del viento susurra antiguas leyendas,
para los que tienen quizás el poder de ver más allá...

Un lenguaje secreto que solo los corazones pueden escuchar,
un idioma del alma que trasciende el tiempo y el espacio,
en este reino de la quietud donde las sombras bailan y juegan,
los sueños se vuelven realidad y la verdad deja caer sus velos...

Un abanico de posibilidades donde la imaginación es la única ley,
donde los límites se desvanecen y el alma puede volar libremente,
pero solo aquellos que tengan el poder de soñar,
podrán escuchar el susurro sutil del silencio...

Podrán descubrir las verdades que se esconden en el abismo de la quietud,
porque el silencio es un maestro verdaderamente sabio, 
que enseña a escuchar solamente con el corazón,
y a ver con los ojos del alma más allá de la ilusión y la apariencia...

Cierra los ojos y escucha el susurro del silencio,
deja que la alquimia de la vida te guíe en tu camino,
porque en el abismo del silencio se esconden las claves del universo,
y solo aquellos que tengan el poder de soñar podrán descubrirlas...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

17 noviembre 2024

UN HOMBRE Y UNA MUJER...



A veces tratamos de resistirnos a esos besos imaginarios,
y a esas tibias caricias que aún así nos erizan la piel,
mientras queremos escapar a la seducción que busca doblegarnos,
y que busca poseernos como sumisos parteneres...

Para luego dejarnos caer sin ninguna protección en los abismos pasionales,
donde al fin nos entregamos al desenfreno de los cuerpos,
soltando todas las perversiones lascivas de nuestro yo interior, desbordados de lujuria y pasiones sin freno...

Esas mismas pasiones que nos hacen disfrutar cada segundo de contacto pleno,
de esos cuerpos ávidos de mieles y fluidos candentes,
y del roce capital de cada centímetro de piel,
donde las fuentes vibran al completar su plenitud...

Esa plenitud que se expresa en la entrega total,
donde los jadeos se mezclan con los aromas de los cuerpos extasiados,
y donde el placer subyuga nuestra más férrea voluntad,
para mostrarnos que al fin y al cabo sólo somos un hombre y una mujer...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

16 noviembre 2024

ME QUEDE EN EL UMBRAL...



Me quede en el umbral de la calle y a oscuras,
esperando en silencio que me vinieras a abrir,
masticando la bronca que me deja el engaño,
sintiendo lo poco que valgo yo para ti...

Parado en ese umbral a oscuras y en silencio,
me consume la espera como una llama que se apaga,
el viento susurra secretos que  solamente yo puedo escuchar,
y en ese murmullo puedo oír la verdad que me has callado...

La luna llena de lágrimas se refleja en mi mirada perdida,
y en esa luz veo el reflejo de mi propia desesperación,
mi mundo gira sin sentido como un carrusel enloquecido,
y me siento atrapado entre la angustia y el dolor...

En mi pecho late un corazón que se desangra lentamente,
y en mis venas corre el veneno que me consume sin piedad,
la tristeza es mi compañera, mi sombra y mi refugio,
y me abrazo a ella aunque apenas sea un consuelo para mi...

Pero aún así te sigo esperando en el frío umbral de la calle y a oscuras,
a que me abras la puerta y me dejes entrar en tu corazón,
aunque sé que es la ilusión de una quimera que se desvanece,
sigo soñando con el amor que me prometiste alguna vez...


Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

OJOS TRISTES...



En las profundidades azules de un mar sin orillas,
donde las lágrimas silenciosas se deslizan en una espiral sin fin,
habitan esos ojos tristes en el refugio de las penas,
donde la luz se desvanece para  encerrar el alma hasta morir...

Sus iris son como los cielos grises de las tormentas,
y anuncian las tempestades que llegan hasta las orillas del sol,
donde cada mirada es un suspiro que aún busca escapar de ellas,
cargando el dolor que como una sombra los persigue hasta el fin...

En ellos habitan todas las historias de amor y desamor,
los sueños rotos y las esperanzas que se desvanecen,
donde cada lágrima es un capítulo en la novela de la vida,
que solo ellos conocen en su aciaga soledad...

Pero aún en la tristeza se encuentra oculta la flor de la belleza,
en la profundidad que solo esos ojos tristes pueden ver,
con su capacidad puramente innata para poder ver más allá,
más allá de las máscaras que el mundo nos ofrece...

Ojos tristes que se han convertido en las ventanas del alma,
y detrás de ellos dejan ver toda la profundidad del dolor,
nos muestran con altura también la fortaleza de quien los lleva,
como una resistencia que se ha forjado en el fuego del corazón...

Así en la profunda oscuridad nos encontramos con una luz,
una luz que aunque resulte tenue nos guía en el camino,
ese camino que nos llevará a través de los laberintos del corazón,
hacia ese lugar donde la tristeza se evapore para siempre...

Porque en los ojos tristes siempre hay una verdad,
y es la verdad que nos habla de la humanidad,
de la poca capacidad que tiene la humanidad para amar,
y de la belleza y el dolor entrelazados en el mismo camino...

Y al fin cuando nos miramos en esos ojos profundos,
vemos sin duda reflejada nuestra propia historia,
con todas sus penas, angustias y también todas sus alegrías,
en un verdadero espejo que no miente ni se calla absolutamente nada...

Los ojos tristes son el símbolo de la resistencia,
el símbolo de la lucha por seguir adelante,
en un mundo que tantas veces nos puede parecer oscuro y despiadado, pero que con amor siempre lo podremos cambiar...


Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

13 noviembre 2024

EL SONIDO DEL SILENCIO...



El silencio es como un tesoro que tenemos escondido,
porque solo el verdadero dueño sabe donde está guardado,
el silencio es un maestro que nos enseña sin palabras,
porque es un guía que nos conduce a través de la oscuridad...

En el santuario del silencio donde se mistifica la nada,
la virtud es como un velo que nos oculta la tranquilidad,
y en un vacío etéreo de negras luces nos refleja el alma,
donde las aristas del tiempo se pierden en algún lugar...

En el silencio la nada se convierte en algo lleno de significado,
para transformarse en un lugar donde no existe la dualidad,
el silencio es un susurro que sólo es escuchado por el alma,
que como una campanada resuena desde la profundidad...

En este reino de las sombras donde la luz desaparece,
el silencio es un río que fluye dentro de tu soledad,
y la corriente de su cauce es un salto hacia el vacío,
donde el tiempo se evapora y la eternidad se va...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

10 noviembre 2024

PARADOJA Y ESENCIA DE VIVIR...



En el océano profundo y perdido de mi alma te busco,
casi como a una estrella para que ilumines mi noche oscura,
solo tu presencia para mi es un bálsamo que cura,
el dolor que provoca este vacío que sin ti me consume...

Eres la esencia de mi ser y la que enciendes el fuego de mi pasión,
la brisa que acaricia mi corazón y me hace sentir vivo,
tu amor es un laberinto donde me pierdo para encontrarme,
con un abismo de ternura donde puedo flotar en el éter de la ilusión...

Eres la clara aurora para mi opaco amanecer,
la voz que como un canto de sirena me lleva a las orillas del alma,
la luz que ilumina mi camino hacia el interior de mi refugio,
hacia el santuario donde encuentro la paz para mi tormento...

Te amo más allá de las palabras dichas en el tiempo,
porque eres la melodía que resuena en el silencio de mi corazón,
quiero encontrarte en cada uno de mis latidos perpetuos,
en cada suspiro, cada mirada y cada fragmento de mi soledad...

Estaba caído en el abismo de mi alma cuando te encontre,
y como una suave gota de rocío iluminaste el vacío que habitaba en mi,
fuiste la esencia y la raíz que nutrio el árbol de mi existencia,
y la llama que ardió en la oscuridad para guiarme hacia la luz...

Tu amor es ese laberinto de espejos donde me reflejo y me descubro,
un océano profundo que me lleva a naufragar en tus brazos,
mi momento eterno en el punto de unión entre el tiempo y el espacio,
mi centro del mundo porque todo gira alrededor de ti...

Te amo más allá de la razón, de la lógica y del sentido,
te amo con toda la fuerza que me da mi propia esencia,
te amo con mis ganas de vivir toda mi vida contigo,
porque eres tu la paradoja que resuelve el enigma que me hace vivir...


Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

09 noviembre 2024

DULCE PROMISCUIDAD...




Hay frases que van más allá del significado de las palabras,
hay amores que claramente superan los límites de la consciencia,
hay placeres que nos subyugan más allá de la eternidad,
y hay sensaciones profundas que fluyen desde el interior de las entrañas...

Vientos que traen olas que nos queman el pensamiento,
brisas que nos perfuman en silencio desde el fondo del naranjal,
aguas agitadas que corren por el cauce sinuoso de la vida,
y amores imposibles que quizás alguna vez nos van a desangrar...

Pétalos de rosas esparcidos caprichosamente por el suelo,
vetas encendidas demarcando el camino hacia algún otro lugar,
sueños voraces, fuego, incienso y muérdagos en las ventanas,
noches de lunas consagradas en el sacrificio de los cuerpos para amar...

Sombras que invaden las razones fetichistas,
abrazos conteniendo lo que no pudimos o no supimos dar,
espacios para recordar a esos viejos amantes que hemos perdido,
y horizontes abiertos en el tiempo para volver a soñar...

Lágrimas de un sauce que llora su pena sobre un río,
rumores perdidos en los susurros del viento que se va,
vírgenes que lloran de espaldas a algún Dios de los caminos,
y licántropos perdidos apenas surge la oscuridad...

Un suave terciopelo rojo envolviendo tu bronceada desnudez,
junto al libro de los misterios que aún no han sido develados,
corazones de fuego cruzando por el maizal,
y amaneceres lúdicos bebiendome el rocío de tu libertad...

Amores eternos que proclaman la vida,
si hasta eres la llave que abre las puertas de mi sacrilegio,
liberando toda la lujuria que me invade por dentro,
en destellos que alimentan esta dulce promiscuidad del placer...


Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

04 noviembre 2024

LOS BRILLOS QUE NOS DEJA EL ADIÓS...



Entregue mi corazón hecho pedazos al mejor postor,
y le vendí mi alma hipotecada al diablo que habitaba en mi,
perdiendo mi dignidad en la ironía de querer sobrevivir,
a la eterna catarsis de mis días grises...

Publique mi decadencia en la marquesina de una pérfida vanidad,
porque creí que en el mundo ya era todo mío,
ni el aire me podia tocar porque siempre estaba más allá,
aunque en realidad el que estaba más acá de la nada misma era yo...

Cuando quise darme cuenta estaba vacío y solo,
cuando pude reaccionar ya era tarde para reaccionar,
mi mundo estaba ahí pero fuera de mi no encontraba nada,
o tal vez era yo el que no encajaba en ningún lugar...

La lección que me dejo la vida estampada en el rostro ha sido dura,
y arrancar desde cero sin ninguna autocritica no fue fácil,
he pasado noches enteras dando vueltas sin dormir,
y se ha desfigurado mi rostro de tanto y tanto llorar...

Te pedí perdón pero no me escuchaste o no me quisiste escuchar,
se muy bien que había pasado el límite de lo permitido,
no se si la solución sería volver a nacer o volver a empezar,
porque he causado mucho daño a todos los que amo...

Y ya no se como pedir perdón si pedir perdón ya no alcanza,
y ya no se como lograr que vuelvas a confiar en mi,
el herrumbre de la terquedad me tiro al borde de un precipicio,
y tendré que irme muy lejos para no lastimarte más...

Libérate, amate a ti misma y hazte respetar siempre,
que tu vida es una flor que recién comienza a abrir,
vístete despacio y ponte tus mejores galas,
que el escenario de la vida siempre brillará para ti...



Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

03 noviembre 2024

VIEJO BARRIO DE MI INFANCIA...



Salí a caminar por el que fue mi viejo barrio, el barrio de mi niñez,
y de la que fue mi casa salía un aroma de caramelo,
sin dudas me llevo al aroma de aquel flan de vainilla hecho en casa,
como lo hacía mi abuela o como los hacía mi mamá...

Llegue a la esquina y creí ver el almacén de doña Irma,
di vuelta en la esquina y pasé por el que fue el kiosco de Quique y doña Elba y llegue hasta Magaldi buscando la panadería y la carnicería de don Prieto,
cosas que me llevó en la memoria de mi vieja Villa Libertad...

Libertad 2748 entre Almeyra y Posadas,
la tintorería, las dos plazas con sus hamacas y el tobogán,
frente a la placita el cine pegado a la heladería,
y la pizzeria al lado, no se podia pedir más...

La peluqueria de la Negra, el corralón de materiales, 
la fábrica de baterias y el consultorio del doctor,
la bicicleteria de don Ricardo, la pensión frente a la plaza,
el taller de don Copola y enfrente  de casa la jugueteria de la Ñata...

Que infancia tan feliz he tenido entre las escondidas y las rayuelas,
entre el ring raje y la bici, la pelota y la incipiente pubertad,
el despertar de la inocencia y los primeros cigarrillos a escondidas,
donde bailamos los primeros lentos y di el primer beso al pasar...

Infanta Isabel 445 entre José C. Paz y Libertad,
nueva etapa apenas a tres cuadras de mi infancia,
el quiosco de Mary y Oscar, el almacén de don Ramón, la Simbólica, la carpita,
fue mi otro lugar en el mundo donde termine de crecer...

Ahí dejé de ser un niño y la calle me enseño a los porrazos,
me converti en un hombre y sufrí el desengaño del primer amor,
que distinta era la vida, la gente y que distinto era este mundo,
si al fin era todo tan simple lo que nos daba la felicidad...

Que lejos ha quedado el Eymard, la Escuela 46 y toda esa gente que hoy ya no esta,
como cambio la fisonomía del barrio, la plaza, las calles, la avenida,
de los viejos vecinos que me vieron crecer ya no queda nadie,
si hasta el nombre le cambiaron y hoy se llama Billinghurst...

Cuanta nostalgia acumulada en el pecho que me cierra la garganta,
cierro los ojos y respiro profundo para no quebrarme,
pero sentado en un banco bajo los árboles de la plaza que camine tantas veces,
aunque ya tenga sesenta y un pirulos no tuve vergüenza de ponerme a llorar...


Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor 

EN LOS BOLSILLOS DEL VIENTO...

En el torbellino que hay dentro de mi donde las sombras juegan a ser yo, guarde mi alma en los bolsillos del viento con un secr...