04 noviembre 2024
LOS BRILLOS QUE NOS DEJA EL ADIÓS...
Entregue mi corazón hecho pedazos al mejor postor,
y le vendí mi alma hipotecada al diablo que habitaba en mi,
perdiendo mi dignidad en la ironía de querer sobrevivir,
a la eterna catarsis de mis días grises...
Publique mi decadencia en la marquesina de una pérfida vanidad,
porque creí que en el mundo ya era todo mío,
ni el aire me podia tocar porque siempre estaba más allá,
aunque en realidad el que estaba más acá de la nada misma era yo...
Cuando quise darme cuenta estaba vacío y solo,
cuando pude reaccionar ya era tarde para reaccionar,
mi mundo estaba ahí pero fuera de mi no encontraba nada,
o tal vez era yo el que no encajaba en ningún lugar...
La lección que me dejo la vida estampada en el rostro ha sido dura,
y arrancar desde cero sin ninguna autocritica no fue fácil,
he pasado noches enteras dando vueltas sin dormir,
y se ha desfigurado mi rostro de tanto y tanto llorar...
Te pedí perdón pero no me escuchaste o no me quisiste escuchar,
se muy bien que había pasado el límite de lo permitido,
no se si la solución sería volver a nacer o volver a empezar,
porque he causado mucho daño a todos los que amo...
Y ya no se como pedir perdón si pedir perdón ya no alcanza,
y ya no se como lograr que vuelvas a confiar en mi,
el herrumbre de la terquedad me tiro al borde de un precipicio,
y tendré que irme muy lejos para no lastimarte más...
Libérate, amate a ti misma y hazte respetar siempre,
que tu vida es una flor que recién comienza a abrir,
vístete despacio y ponte tus mejores galas,
que el escenario de la vida siempre brillará para ti...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
© 2024 Derechos
Reservados Autor
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
EN LOS BOLSILLOS DEL VIENTO...
En el torbellino que hay dentro de mi donde las sombras juegan a ser yo, guarde mi alma en los bolsillos del viento con un secr...
-
Que decirte amor que ya no intuyas, que no sepas, que gesto hacer que al mirarme no comprendas, de esta vida que vivimos junt...
-
Me excita el sensual erotismo de tu negra sombra, porque es el costado perverso y ambiguo de mis pensamientos, que me atorment...
-
El silencio como un viejo maestro le susurra a un joven eremita, ese que detiene su marcha en mitad de la noche, el que en la...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario