Llegue tarde al reparto de cielos y ya no encontré tus estrellas fugaces,
llegue tarde al reparto de mañanas y me encontré con tu ocaso trasnochado,
llegue tarde al beso de las buenas noches y me acosté sin decirte hasta mañana,
llegue tarde al café de esas mañanas y me quedé sin saborear tu nuevo día...
Lloré solo con el encanto del vacio desplazado y me sentí arrinconado en el silencio,
me quede aislado sin escuchar el mantra de tus labios y perdí el rumbo de mis golondrinas del mes de enero,
no puedo amar si el amor hoy no me sale porque me oprime el dolor que hay en mi pecho,
y en esta impronta que es tan tuya y es tan mía se nos marchitaron los ocres de los sueños...
Llegue tarde al remanso de mi río porque mis aguas siguieron turbulentas,
mi norte y mi sur quedaron en el aire suspendidos y la rosa de mis vientos dejó de marcarme tus caminos,
llegue tarde al jardín de tus palabras y se marchitaron las flores de mi tiempo,
porque un suspiro fue la última bocanada de aliento que tuve para ver tu reflejo en el espejo...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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