Los desechos que se vierten en las aguas de los ríos,
los contaminan y lentamente van llegando al mar,
y las islas de plásticos y pvc,
que flotan en los océanos y mares,
son parte del desinterés de un ser humano dormido,
al que no le importa el hábitat ni el hogar de los demás...
Las selvas y los bosques que se desmontan,
producen falta de oxígeno é inundaciones,
que ahogan y asfixian las tierras fértiles,
expulsando y hacinando a sus poblaciones,
borrando pueblos ancestrales,
y dejando a su paso ciudades fantasmas...
Las montañas fracturadas,
por la minería a cielo abierto,
que contaminan las napas y los lechos de los ríos,
rugen y gritan por la destrucción que ven a diario,
viendo desde el interior de sus entrañas,
como se agotan los recursos de un planeta maltratado...
Los cultivos con semillas transgénicas,
y las plantaciones de soja,
que devastan y desangran las tierras,
las pobres tierras que quedaran inútiles por años,
y los cultivos impregnados de agroquímicos,
hablan por si solos de lo poco que nos importa nuestro hogar...
Nada es gratis a lo largo de la vida,
pero lo que le hagamos a nuestro planeta, nuestro hogar,
repercutirá directamente sobre nosotros mismos,
solo el ser humano como especie,
sera el responsable de su propio destino,
y al paso que vamos ese destino no tardará en llegar...
Eduardo Garrido
Buenos Aires, Argentina
D.R.A.