La tormenta nos encontró en plena calle,
el aguacero que caía era descomunal,
el viento arremolinaba las hojas de los árboles,
y en un minuto nos habíamos empapado completamente...
Nos guarecimos en la parada del colectivo,
y logramos escondernos de la tormenta,
no había quedado nadie en la calle,
tan solo estábamos vos y yo...
Tratamos de escurrir el agua de la ropa pero era imposible,
no teníamos un solo hilo seco y el viento frío nos hacía tiritar,
de repente paso un coche a toda velocidad,
y el agua que levanto nos termino de mojar de nuevo...
La ropa mojada delineaba tu cuerpo,
dejando ver las hermosas curvas de tu silueta,
haciendo que ese momento fuera para mis ojos,
un delicado placer que debía de agradecerle a la lluvia...
Nos miramos y nos reímos con ganas,
ya estábamos mojados que mas nos podía pasar,
nos fuimos caminando bajo la lluvia,
entre risas y una charla amena en un paseo muy particular...
Eduardo Garrido
Buenos Aires
🇦🇷 Argentina 🇦🇷
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